No quiero que lleves nada de mi que no te marque.
Escultural, punzante, inolvidable.
Esta pieza es una declaración. Con cientos de puntas y minas de lápices cuidadosamente ensambladas, No quiero que lleves nada de mí que no te marque irradia volumen, tensión y presencia. Desde el centro —compuesto exclusivamente de minas multicolor— la obra expande su fuerza hacia el exterior en una explosión de formas y texturas que conmueven visualmente y físicamente.
El cuerpo de esta obra no es plano: se proyecta. Es una pieza colgante, brutal y delicada a la vez, que impacta desde cualquier ángulo. Hay algo de armadura, algo de herida, algo de belleza afilada. Es imposible que esta obra pase desapercibida.
Ideal para espacios amplios, arquitecturas limpias y miradas sensibles. Una obra que se impone y transforma el ambiente donde habita
Mide 77cm de diametro x 50cm de saliente.
